Los cementos a base de fosfato de calcio existen desde hace un siglo y su uso más frecuente son en la práctica de tratamientos ortopédicos, o como reemplazo ósea durante intervenciones quirúrgicas permitiendo a los cirujanos asentar y fortalecer imperfecciones óseas con relativa facilidad y tienen la ventaja de ser compatibles con el sistema inmunológico humano y no tienen un grado de toxicidad dañino.
A pesar de las bondades que tienen estos biocompuestos no había sido posible introducir macro porosidad en los cementos de inyección superiores a los 50 nanómetros. Esto trae como consecuencia la pérdida de eficiencia a largo plazo en los tratamientos de enfermedades degenerativas, crear hueso no es posible haciendo uso de cementos calcificados.
Científicos han desarrollado un compuesto capaz de reparar fracturas o defectos óseos y facilita su crecimiento natural. El bio-material tiene unas propiedades bastante prometedoras y puede ser clave para tratar padecimientos degenerativos en los huesos como la osteoporosis, algo revolucionario para traumatología en general. Un avance muy remarcable en el área.
El equipo uso una sofisticada aplicación de hidrogeno para crear pequeñas burbujas de aire en la solución cuyo resultado es la creación de un CPC macroporoso, la llave que abrió la puerta a tal hazaña fue el uso de un hidrogel silanizado como medio poroso.
En ensayos anteriores habían tratado de perfeccionar las propiedades mecánicas del CPC usando soluciones de hidrogel con diferentes composiciones químicas, sin resultado alguno. Durante la preparación de la solución de Hidrogel usando jeringas, disminuía el PH de la mezcla haciendo que interactuara con el gel dando origen a burbujas muy difíciles de eliminar, Weiss Jintao y Liu Weizhen vieron en esto una oportunidad para para crear un CPC macroporoso, y rápidamente se encaminaron al desarrollo de una solución espumosa.
Con el objeto de probar la eficiencia de la nueva espuma, se realizaron múltiples pruebas en seres vivos. Para ello se realizaron defectos en algunos de los huesos de conejos y posteriormente inyectaron la espuma re-estructurante en las fisuras. Las pruebas demostraron el que se había formado un nuevo tejido óseo en donde antes estaba la espuma y no se hallaron rastros de toxicidad en las cavidades ni en zonas aledañas.
De momento no se han realizado prueba en seres humanos debido a los complicados trámites legales que implica esto, sin embargo, los investigadores están ansiosos por demostrar la efectividad de su invento en muchas de las enfermedades óseas, por lo que de momento se determinara la prueba de concepto en animales vivos.
Este compuesto espumoso tiene aplicaciones que van mas alla de solo reparar imperfecciones óseas, puede incluso simplificar drásticamente muchas operaciones en las que se necesite sustitutos óseos así como acelerar la recuperación del paciente e inclusive los estragos de la edad en los huesos podrían ser tratados con un mayor índice de eficiencia. Los avances médicos de la última década han hecho palidecer todos los descubrimientos del pasado siglo, el avance es imparable y poco a poco los científicos encuentran soluciones que aumentan la esperanza de vida de las personas.